El equipo que participó de la intervención estuvo conformado por los traumatólogos Fabián Fischer y Matías Bacca, los cirujanos Ezequiel Escudero y Martín Salas junto a instrumentadoras y anestesistas.
Un hombre recuperó tres dedos amputados tras sufrir un accidente de trabajo con una máquina escuadradora. El hecho ocurrió en Villa Gesell, allí recibió la primera atención y fue trasladado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de nuestra ciudad, donde lograron restituirle los dedos. El paciente de 32 años continúa internado.
Armando Hurt trabaja en carpintería desde muy joven, heredó el oficio de su padre. El viernes pasado, por un descuido, sufrió la amputación de tres de sus dedos de la mano derecha. Mientras utilizaba una máquina escuadradora, la madera se trabó en un nudo y rápidamente volvió a arrancar provocando el accidente. “Justo había una señora, llamó al Hospital de Gesell y de ahí me trasladaron para acá. Cuando me quise acordar ya me habían operado, del mismo dolor no recuerdo nada”, explicó Armando.
El equipo que participó de la intervención estuvo conformado por los traumatólogos Fabián Fischer y Matías Bacca, los cirujanos Ezequiel Escudero y Martín Salas junto a instrumentadoras y anestesistas.
El doctor Escudero explicó que el paciente ingresó con una herida grave de mano “a unión de la palma con los dedos lo que le generó una amputación traumática por cierra circular de tres dedos de la mano derecha. La cirugía duró cuatro horas, se realizó una anastomosis vasculares nerviosas, tendinosas y óseas”.
El paciente evoluciona favorablemente, será dado de alta en las próximas horas y se encuentra ansioso por comenzar la rehabilitación. En estos casos lleva un año aproximadamente el tratamiento recuperando entre un 70 y 80 por ciento de la movilidad. “Ahora estoy tomando conciencia, en el momento del accidente se me hizo una nube, entré en shock y cuando me hicieron la primera limpieza reaccioné sobre lo que me había pasado. Gracias a los médicos recuperé los dedos de mi mano”, subrayó el carpintero, padre de tres hijos.
Profesionales de la Sala de Cirugía Plástica y Reconstructiva destacaron que “existen dos tipos de isquemias (falta de circulación sanguínea): una tibia, cuando los miembros están parcialmente unidos al cuerpo y otra fría, cuando han sido amputados por completo. En el primer caso el tiempo de reimplante es fundamental para su posterior rehabilitación. En el otro, es necesario conservar el miembro amputado en un paño seco dentro de un recipiente frío”. Si no cuentan con los recursos para el reimplante en el lugar, es preciso derivar al paciente lo más rápido posible al centro de complejidad, como sucedió en este caso.